Hay una subversión de parafraseos e idiomas poco duraderos. Hay un sentir tembloroso de neblinas azules y un sonido que se extingue a la breve distancia. Hay un pasear que sirve de puentes que no se cruzan, silbidos inexistentes y un miedo mudo de poblaciones absurdas, paralelas al triste cadáver a la orilla del rio.
Suenas a una distancia razonable, posando entre letreros, con un sangrante corazón.
Hoy cargo una crisálida invisible que simula tu cara. Haciéndome creer que hablamos el mismo lenguaje de semilla, pero los vientos que USAMOS de interpretes dialogan en opuestas cardinalidades.
Y la risa se convierte en huracán.-