sábado, 8 de febrero de 2014

La Propiedad privada.-

Ni siquiera dimos para una historia.-
Hoy guardare en brusco crepitar las canciones que no oiré contigo.-
guardare mis monólogos con infinitas explicaciones sobre películas y libros que no leíste- leímos.
Hoy tijereteare los tiernos pájaros que adornarían tu cabeza
y los posibles versos susurrados al oído de un poema posible.
Hoy soltare tus largos rizos y ocultare mi cara bajo cientos de refranes indescifrables, por que sin que ninguno tuviese la culpa todos quedaron caducos, libres a la devolución del aire.
No dio para comienzos, tampoco para finales.
No dio para sartenes friendo peces al vinagre y tardes de lunes remojando porotos.
No dio para amaneceres escuchando a Silvio ni para desmenuzar infinitamente uno que otro dialogo escuchado al azar en el metro.
No nos dio para conversar sobre lo trascendente ni el alef que portas como nombre.
Hoy te despido en un infinito campo de desencuentros.-




No hay comentarios:

Publicar un comentario