martes, 9 de diciembre de 2014

FIEBRE

No es posible escarbar una montaña con una cuchara
pero si es licito intentarlo.-

Cabeza abajo y humeando sonidos que van y vienen,
pienso en el pálido aletear de tus palabras
y el candado gigante con cual proteges tu boca.-
Me hace gracia cada gesto y mirada de reojo y  rápida que haces,
y el crepitar insistente de estar ahí sin pensarlo, el gobernar
ahí sin quererlo.-
No soy de los que descifran, aunque completare todos tus puzzles,
No soy de los que rotulen y rotulen flores al olvido, aunque por ti
regare estos inmensos jardines que ya son tuyos.-

Se que detrás de cada palabra, cada miedo, cada instancia
eléctrica perdida e inocente
frente al vendedor de manzanas
no ocultas nada, ya que tu genuina honestidad
no es verso complejo, no es una taza de océanos indescifrables.-
Sabes, hay momentos en que me haces sentir presente en cada probabilidad, vivible
y desvivible, de perderme un golpe de miradas o un pequeño divisarse a través del reflejo del baño.

y de eso, de estas palabras que no dicen nada, de estas palabras que no son amuletos, grietas y espejos
que nada agigantan...
me reservare en cada instante los temblores de labios y otras deslices de rodilla mientras esperamos el nacimiento de la tarde que no llega.
Me someteré como cómplice dulce cada vez que le robes un dibujo, un color a este gris cementerio que algunos llaman casa.
Soportare tu mañas de hacer girar el cosmos sobre tu vientre, porque creo que en esa
niña que todo lo comienzas y todo lo acabas, soy mas ave peregrina, que bosque extraviado.-

y si, por ahora, mientras lees estas lineas lanzas lejos la llave de tu pecho
para no alcanzarte...
no te preocupes... ya saque mi copia

La cena esta servida,
amor.-

No hay comentarios:

Publicar un comentario