Margínense las flores, que el viento que baila, juega y duerme contemplando el vació oculto de mi pecho ha vuelto. Es momento como hablan los viejos antiguos - De arrojarse hacia adelante -
No importa si algunos van o vienen. No importa si algunos lo sientan y vuelen. Lo que importa es seguir la senda pre-hecha y cocida a fuerza de manos de nieve y ampolletas gigantes. Toda la fuerza esta ahí presente, única. Demasiado única como para dar al sacrificio el bello escrito que hablara alguna vez de lo que no se vivió o se dejo en el tintero. ¿y somos tantos a medio leer? ¿y somos tantos los a medio escribir?
somos tantos, tantos que volvamos y nos perdemos de la vista de la gema que provoca hematomas. Vamos todos al gran funeral del ultimo gato que te vivió y te quiso. Vamos todos juntos al gran nacimiento de lo que viene.
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