miércoles, 24 de septiembre de 2025

¿Perdi las piezas que nunca me faltaron?

Soltar.
Ya no quiero fingir que dejaré escritos en tu ropa interior, que preparare tostadas amarillas y el café como imagino creer que te gusta.
Soltar.
Ya no idealizare tu teñido cabello.
Tus enérgicos caderazos en espiral y ardoroso encuentro de lenguajes.
Ya no existirán conversaciones arreglando lo insolucionable. Ni le colocaremos apellidos a las piedras que buscaremos en la playa que no habitaremos.
No te regalaré Girasoles, no regaremos el limonero que no plantamos, ni habitaremos de la mano y en la mano de nuestros cuerpos mirando un atardecer que nunca compartimos.
No serás ni seré. Ni prolongaremos el encuentro que no es encuentro, por que lo que no ocurre trastocara todos los encuentros que no pasaron.
Y me obligaré a fijar la mirada en el espejo de mi pecho. Me dejare de forzar a mirar el inefable relato de lo que podíamos ser, pero también girare a la enseñanza de entender que muchas veces debes vivir en lo incompleto, entendiendo que eres, aunque falten piezas, por que tal vez nunca existieron esas piezas. 
Y las decisiones que tomamos nos definen, habitamos en ellas, fallidos, imperfectos pero en el único nosotros que es real. Con elementos menos a la vista, pero completos al final.
Si....Soltar... 
Ya fue?

miércoles, 17 de septiembre de 2025

La Pérdida póstuma contra todos los Miedos

La cadencia interminable, la inflamada verificación de estos campos no coincidentes.
La turbada revelación, que para torcer todas las veredas debemos pagar la deudas que acumulan todos los dolores. 
Para luchar está pérdida póstuma en contra de todos los miedos e invocar en silencio tu nombre, que se elije en mi pecho pero no en curso de mis acciones.
Me cansa está sensación de pertenencia que me recuerda constantemente que te pierdo en cada vuelta de esquina o giro doméstico en todos los espacios que me resuenan a ti. 
Y este violento animal que me observa desde el rincón de mi cocina me invita a imaginar escenarios imposibles en los cuales me quiero quedar con  tiernas sobremesas y caricias bajo la mesa, calentando el coito afectivo que no estaba en la geometría de nadie. 
Sin embargo, está la inevitable e insistente dialéctica negativa, que nos irrumpe para establecer el parámetro de qué se vive sin perdonar, y recuerda el aroma de las quemaduras que nos dejan la decisiones reales y que definen el presente. 
No se evitar el cómo hablar sobre ciertos temas que deseo que se queden mudos, por que te prometo que aunque insistentemente invoco tu afiebrado vientre en cual busco habitar sin éxito por el momento, pierdo este encuentro y el sembrar posible de nuestro limonero en tu patio
Creo que me estoy empezando a cansar de este algoritmo que me repite tu mirada pero no me lleva a ella.

lunes, 15 de septiembre de 2025

El Arquitecto de la Miseria

Retorna la vieja angustia. Retorna está antigua costumbre delatora que me invita al abismo. Retorna insaciable e imperturbable. Estableciendo tú perímetro tortuoso con venenoso cántico.
Retorna para recordarme el frío vacío de estar en nada, de la mano de la nada. 
Incandescente para este oscuro valle de la sombra.
Se que no darás el aviso cuando ganes está batalla, por que respiras en la oreja de los antiguos dolores haciéndome codiciar esta pobreza.
 Y abrazo el absurdo, no logro pelear contra esto.
 Habite tanto tiempo en la roca, seguro, pero insensatamente intento nadar en estas oscuras arenas buscando el refugio imposible.
A final de cuentas, termino siendo el arquitecto de mi propia miseria.

viernes, 12 de septiembre de 2025

En ti residen todos los escritos y versos mudos

 

Volviste a visitar los viejos lugares.  Volviste a mirar la ventana que profetizaste cerrar. 

Volviste para dejar tu intenso aroma a cloro, lavazas y estridentes poemas no escritos. Volviste evitando parir letras nuevamente o conjeturo que sigues recordando otros inviernos de poca luz en transito y pavimento de nuevas hojas.

Volviste por que en ti inciden todos los símbolos y muñecos de madera abandonados en plazas. Volviste por que en ti no existen las sincronías mal llamadas casualidades.

Volviste por que en ti residen todos los escritos y versos mudos. Volviste por que sea como sea cargas con largos diálogos y celulosas. Son tu herencia, no necesitas actualizar por que estoy seguro de que estas tremendamente vigente.

Volviste por que siempre fuiste mujer que yo no supe entender, no comprendí los verdes gestos e innominables atardeceres celestes. Solo fui espectador torpe, que a pesar de que se cumplieron todas tus predicciones sigue llevándote.

Volviste y te debo contar que nunca pronuncie tu nombre como pediste, solo lo traduje a idiomas desconocidos que se escriben con tinta invisible. Busque incansablemente los cabellos que arrojaste al mar y me abandone en una cita inconclusa cebando mate y comiendo frutos secos en ese parque que ambos sabemos.

Volviste sin costras en tus  rodillas, ni lunares ni cabellos lila. ¿Tu risa aun mantendrá su escandalo que genera mariposas y resucita a los difuntos errantes?

Volviste y tu estética ceniza me incita a vomitar corazones...

¿Volviste?



lunes, 1 de septiembre de 2025

Elegida Inelegible

Mi viento no chocara con tu viento. Violento testimonio de tormentas que no ocurrirán pero que se buscan. Besos de acuarelas que borrara esta lluvia que aun no ocurre.

Me quedare con la boleta de garantías a la mordedura de tus frutos de plata, tu dulce cintura de páramo y la fallida excursión al asterisco que todo lo desea y contiene.

Y aunque tal vez en esta noche nublada te pierda de vista en estas espesas arenas. No puedo dejar de dibujarte estelas con mi farol de libélulas, tratando de encontrar y desdoblar este destiempo. Buscando el momento antes que todo te ocurra, antes que todo nos llegue. Y finalmente me deberé entregar a la condena que silencia nuestros diálogos. La condena que me exilia de tus valles y el habitar que tanto deseo en ti.

Nunca podre aprender ha amortiguar frases, ni hacer fintas a las abejas del jardín que con esmero cuidas. Tampoco me enseñaras ha relacionarme en planos silenciosos o escenas posibles tomando el ardiente té de tu vientre.

No conoceré nunca la peligrosa forma de corromperse y que solo se escribe en esta lectura caliente e imaginativa. Premisa del agónico y largo suspiro que precede a esta muerte.

Solo me queda la residencia en la geometría de lo inelegible.