lunes, 28 de noviembre de 2022

Pensada en Spinetta

 

Son como carruseles, trencitos pequeños.  

Son como el sueño de dos ancianos pintores tratando de recordar sus dibujos de niños. 

Son como las de semilla. Recordando sus primeros brotes, sus alzadas manos leyendo viento. 

Son la primera película stop motion o de Lynch. Son la visión de la multiplicidad de la Luz.

Son el niño que habitó el carrusel... soñando con ver a la rosa absoluta.

Son las blancas sangres. Saben que pueden que suenen a canto que lleve la paz. Comiendo pasos, electrizando veredas. Saben como es el andar. Y te cubro de sales y cabizbajo relleno el cielo que me robas. Estrújame los labios y viérteme en fotos, desde los  hombros,  las uñas, la palmas. 

Compilemos los juguetes que brotan del agua. Semillero abstracto de tendencias ciegas al polvo y  la tiza que se acumula de sueño. 

Es hablar en plural que duele en las pieles, hablar en plurales lo que sonríe al holocausto de dientes. La sirven de alfombra al mediodía.

Ella va a morir de paz, ella va a morir de paz 

viernes, 25 de noviembre de 2022

No existe el viaje a todas partes

La flor sabe, busca su terreno mientras sobrevuela, contenida en esfera donde tejer su ramal de espejo raíz. Sabe que en forma de equilibrio debe dibujarse, bajo la tela palpable del color de los tiempos y acuarelas. Sabe que sus posibles hojas, se convertirán en posibles colores que adornen y combinen  con el vestido imaginario de una flaca de hermosa espalda y  estación.

Conoce que en el deambular de vientos que la guían y vieron nacer en zambullida calipso la adornada de bufandas de aire. Solo visibles por el milagro-milagroso de respirar lo mismo que respira ella y comparten tantos otros, entre bostezos y agua-mate, la corajuda palmada de escribir y escribir para darse por presente-viviente-consciente.

 ¿Y si vienes, tomas todas las llaves y las viejas costras que guardas bajo tu almohada? ¿Vienes y suspiras con nosotros ese suspiro largo que viene del patio donde nació la primera planta, si la misma que fue testigo de nuestra ruina, la misma que fue testigo de la primera derrota? 

Pero no te desanimes... acá en este futuro posible, ya no existen las derrotas. Acá los que  residen bajo tus pies, aun colorean libros y sortean con piedras como van a turnarse para ir a comprar pan. Acá aun  no nace el desconcierto de no saber si lo que no se vivió era mejor. Acá aun no se apura el cielo para mostrarnos su orquesta al alba. Ven.... Sembremos.

viernes, 18 de noviembre de 2022

Puede que ya no quede sol

 

Navegante celeste en medio de tanto gentío. Olvidado y marginado en recuerdos y ensoñaciones abstractas. Me molesta la ausencia y la compañía en desuso, esa que llevas como estandarte en tu pecho, pero que ya es solo una caracola rota, que cargas igual a medias. Ciega. Navegante. Dibujando sonidos con las manos. Hermosa, pero en ningún lado. ¿O crees que cuando te miras, en los ojos de los ojos de el que cree que lo estas mirando y a la vez creyendo que sujeta realmente tu mano. Hay comunión?¿Apunta de que? ¿De líneas en el agua y promesas de bautizo?

No se si me mientes, manipulas o te mientes a ti. Tapándote con antiguas mantas de yeso o debajo del pilar que te pusieron por nombre. ¿Sabes...? poco importa tu cara, tus dientes. Más importan las luces que guardas debajo del vientre. Que se pone añejo, por emoción contenida, por corazón desvinculado, por cobardía patológica, por altruismo sordo.

 Tal vez todo este bucle, ya es solo monologo de loco que te respira en la mejilla, justo ahí donde gusta. Pero a final de cuentas te estremece. A labio desafinado. A sábado madrugado, A tientas de cobertizo. 

Puede que ya no quede sol.

miércoles, 16 de noviembre de 2022

Radiohead y la Post - Sobriedad

 Por un minuto me perdí a mi mismo

Una mujer congelada. Sus ojos son vidrios negros que saciaran las raíces futuras de la vitrina de un supermercado. No se encuentra, no existe, solo es gélida putrefacción. No duerme, no execra, solo es doliente humedad.

Por un minuto me perdí a mi mismo.

Un hombre de tierra y volátiles hojas azules, piernas vigorosas lo rodean y reconstruyen . El no lo sabe, jamás lo sabrá. Solo conoce de su ombligo y sus genitales. Todo es plástico, todo es desechable. No perdura

Por un minuto me perdí a mi mismo.

Un niño que asume los roles que no le convocan. El padre se vuelve hijo, el hijo se vuelve padre. Ya no quedan restos en sus platos, ya no quedan tibias miradas de sobremesa.

Por un minuto me perdí a mi mismo.

Una flor y todo el proceso que la conlleva. Una lagrima en el metro que llegara hasta el ultimo vagón para evaporarse y posarse en tu pelo. Balas, llanto y algo de arroz. Una elegida, que ya no se parece a mi elegida. No. El/ella, se traslada en un deja-vu ,por allá, en un ficticio parque de hombres de piedra. Se compro un helado y y se sonrío sentada en una invisible escalera de pasto.

Por un minuto me perdí a mi mismo.

Cuatro regalos y tres dueños. Uno ya es polvo y osamenta restaurada en la vanidad de las manos de cada uno. Mírate, búscate, no te pierdas, no te pierdas.

Por un minuto me perdí a mi mismo.

Espero, mientras cientos de piedras negras yacen invisibles a mis labios afiebrados. Agito mi manos simulando que dibujo un volantín de universales colores.

Por un minuto me perdí a mi mismo.

Emigro latiendo en plástico carcomido para probar torpemente la piedra angular que todo y nada divide , entre tomatera corrupta y ladrillo de estuco dudoso. Respetando el silencio de tus genitales rosa, el murmullo de tu danza de errores, tu prejuicio eterno de papa dorada en poco aceite.

Por un minuto me perdí a mi mismo.

Transmutar el muñeco obsoleto fotografiado hasta el hastió entre iglesias y cementerios ambulantes. El odio que corroe tu pecho, la saliva de los que solo quieren una porción de tus vísceras. Coloreo grafito y grito pecuario. El dedo que pones en tu boca para silenciar el eco de tus prosas, que de tanta imagen en metro, me aburren y descueran. Exhalemos la hoja del ultimo árbol que he guardado en secreto para las gaviotas del futuro. Sembremos el primer sonido que no muere y se descarga por banda-ancha.

Por un minuto me perdí a mi mismo.


lunes, 14 de noviembre de 2022

Viaje al exilio de tu beso

Flor de candelabros, envueltos al margen. 

Emoción y terror vomitivo al lápiz azul que portas para esculpir pájaros en sombra. Sombras mentirosas para los ojos del cielo con olor a costillas y agua coagulada.

Te busco y desencuentro en esta patria de ficciones a la cual tuve que viajar exiliado de tu beso trabajando el auxilio invisible de la vitrina de la ultima playa. Mirando a veces y de reojo, la tela negra con la cual cubriste tu desnudez enlutada. Desnudez que me duele, por nostalgia de llantos y ojeras en tu nombre. Que me sigue doliendo después de tantas pirámides y lluvia. 

aquí, en esta tierra plagada de zonas mudas, no puedo arrendar mis vivencias a las letras, ni tampoco puedo inscribirme en un curso de olvido concertado. 

Te llevo marcada a fuego, como estandarte y corona fúnebre. Como una llaga que no cierra, ni arroja pétalos de costra por más arena que le tiro. Esa llaga que se abre con tu aliento, con tu roció, con tu presencia paralela en el sobresuelo en que habitas.

No. Para cuando te acuerdes. Ya no quedara leña para nuestro ultimo mate. No. Para cuando te acuerdes. Ya no quedara carne en este pecho para nuestro ultimo mestizaje. No. Para cuando te acuerdes. Ya no quedare yo, solo lo que fui o lo que se rescate entre dibujos y pliegues en las cortinas. No. Para cuando te acuerdes. Ya no quedare yo para tus canciones a las ramas. Ya no quedare yo, en sones de metralleta y pedagogía sin alma. Ya no quedare yo marchitado, apagado crujiente. Seco de tan poca agua.

Ya no quedare yo. para cuando te acuerdes, que al elegir quedarte sola, fueron dos los exiliados.


jueves, 10 de noviembre de 2022

El Diente de la nieve

 

¿Por que jugar a enderezar raíces? Suelta el cielo que se te impone. Completa la dificultad con azules cintas sobre la cabeza. Controlemos los remos que llevan al naufragio, con los ojos en sangre, mordiendo gaviotas. Por que de tanta piedra sobre los arboles, menos vas tu, menos voy yo. Apaga la radio si la sintonía no te abraza la mano, por que mejores abrazos guarda el futuro. Mejores canciones el acorde del viento.

Silenciosos aullidos de mar acercan la gigante agonía que te cubre las pestañas. Flauta de huesos para tus caníbales palomos. Por que de hambre mueren las instancias vacías, mejor pensar con cariño que transitar por torpes cuadrados que no llevan a nada.

Pedaleo imaginario por el sendero con olor a vereda, certeza, posible verdad presente. - ¿Qué se sabe? - ¿Qué se guarda? -¿Qué se intenta?

El vino que precede mi botella no tocara labios que no se necesitan. El vino que precede el cuerpo y sus regulares melodías camina descalza frente al telar que la El/ella dibuja entre sus rodillas, su abrazo en este presente vale las venas. Vale el corcho que todo lo conserva. ¿Qué se sabe? - ¿Qué se guarda? -¿Qué se intenta?

Por que de errores se aprende y de orgullo se muere. Vigila el sol que crees sentir. Tal vez no lo traduces en su forma y testimonio. Vigila el cerro que crees subir, por que alguien que te mira la frente hizo la factura hace rato. Certeza de locos dicen, mágica posibilidad presente.-

Por mientras, bajo la higuera seca del castigo, mis pájaros visibles esperan la señal precisa. Por mientras, bajo la resuelta suma que nada dice, mis tiernos pájaros en huesos tejen el nido que protege la lluvia.  Por mientras, bajo la impura sonrisa que todo lo miente, mis furiosos pájaros reclaman el diente ausente de la nieve. Por mientras apagare la radio. Por que la tuya quedo prendida.-

martes, 8 de noviembre de 2022

No, no eres tú

En este viaje de viento me albergare escueto en el techo de nuestro bonsái milenario. Mientras polillas gigantes juguetean en pelo de tus hojas. Destapo esta caja de vino, que ya nos emborracho, ya hace algunos años cuando los anillos de tu mano descansaban como piedras a cientos de metros de la superficie.

Puede que con algo de pena en las vísceras observe tú ultimo plagio a las estrellas y vomite el tatuaje azul que condecoras a la luna en los días que nos toca un ayuno profundo, mateando la sal y sangre coagulada a las luciérnagas y en este brío frio de crepúsculos obscenos, derramare el condón vegetal de tu entrepierna consagrada.

 Sabes vete a la mierda. Pero hazlo bailando.-

viernes, 4 de noviembre de 2022

Estúpida paranoia de morir despedazado.

 

Juntando de a poco las gotitas que caían nerviosas de sus manos, reunió plegarias añejas. Bebió al de aire y se volcó hacia su conocida apnea de memorias. Se vio pequeño en la fila de escuela, moviendo sus labios al son de algo que llamaban "Himno de la Nación". Se vio arremangándose las piernas aturdido de olores y vacíos. Se miro la víscera recordatoria que los giros abundan y abundan y las malas reseñas también. Estúpida paranoia de morir despedazado.

Nocturno paso boreal montado en su verde flor de patios. Nocturno deambular en el ángulo preciso con el cual los colores se vierten y bailan ante los ojos. Nocturno deambular empezando de cero, por que todo lo terminado no es mas que comienzo y cuchara de palo.

Premisa sin interrogaciones al miedo de morir despedazado.

Viaje al antiguo cerro donde las gaviotas no nacen, ni se siembran, ni se encuentran, se pierden. Por que falsas y habladoras como ellas se escapan de los bolsillos de gigantes desmemoriados, recios en la caminata de madrugada. Militante deambular, sin partidos ni canciones ni situaciones que recuerdan el "uso legitimo de la coma". Nocturno deambular, donde la nocturna no envuelve en látex el helado que se bebe. Nocturno deambular, donde el más malo de la calle tiene el mismo miedo, que el que de malo no tiene nada.

 Premisa de consultorio vació, con un cadáver despedazado.

Agua clara de mechones al viento y empanadas a medio vestir. Viaje de letras y alegatos que no se vieron y que se miran tarde, porque lo que nos dicen, son razonamientos tardíos, de labios tardíos, de gemidos tardíos, de conexiones tardías. Porque para hablar del dolor del otro, hay que sentirlo, vivenciarlo, empatizarlo. Hasta que los adjetivos no sean los que falten, si no el abrazo sangrado sin vale vista.

 premisa fomeque, ausente de rosarios y flores frente a un cadáver despedazado.

Perdón por botar las cruces, pero cuando no se puede hacer nada, mejor no hacer nada. Perdón por botar las cruces, se me olvidaron las causas y mucho más las consecuencias Perdón por botar las cruces, me tejí de nuevo, solo le rindo cuentas, al que ya sabe. Perdón por botar las cruces, me lo viví tanto que no me acuerdo de nada.

 Miedo a morir despedazado. Miedo a morir despedazado. Miedo a ...